Está claro que las fermentaciones largas y el uso de fermentos y masa madre crean panes excepcionales, pero creo que tampoco viene mal tener a mano recetas de panadería mucho más sencillas y rápidas. Para días en los que tenemos poco tiempo, o para empezar en el mundo del pan, esta receta de pan para vagos de la británica Nigella Lawson es perfecta.
Me llamó poderosamente la atención en cuanto la encontré navegando por las redes, pues solo hay que mezclar, poner en un molde y hornear, sin amasados ni tiempos de levado. El resultado, teniendo en cuenta las circunstancias, es más que satisfactorio, con una miga tierna y muy aromática, estupenda para tostadas o tomar tal cual.
Disponer en un recipiente amplio los copos de avena y añadir la harina de fuerza, la harina integral y la levadura seca de panadería, mezclando bien. Formar un hueco en el centro y echar la leche, el agua, la miel y la sal.
Trabajar todo junto hasta obtener una masa homogénea, sin rastros secos, muy húmeda. Engrasar o cubrir con papel sulfurizado un molde rectangular. Dependiendo del tamaño el pan saldrá más o menos ancho y alto, se puede usar cualquiera. Llenar con la masa, igualando la superficie con el dorso de una cuchara húmeda.
Introducir en el horno frío a media altura. Encender a 110ºC y dejar 45 minutos. Girar el molde, subir la temperatura a 180ºC y dejar hornear una hora más. Sacar del molde y dejar enfriar completamente sobre una rejilla.
Con qué acompañar el pan para vagos
El pan para vagos de Nigella Lawson es estupendo si queremos tener pan casero pero no disponemos de demasiado tiempo. Recién hecho, la corteza es crujiente, aunque se vuelve más tierna al pasar las horas. Es perfecto para preparar tostadas o para servir tal cual cortado en rebanadas, por ejemplo con mermelada de higos.